¿Qué hospital elegir?
El sistema sanitario estadounidense es uno de los mejores del mundo: infraestructuras y material de última generación, profesionales cualificados tanto en el sector privado como en el público. Algunos organismos catalogan cada año los diferentes hospitales americanos según sus especialidades.
Sin embargo, los centros públicos sufren una saturación estructural que impone a los pacientes tiempos de espera a menudo muy largos y un bienestar a veces desigual de un lugar a otro. Por lo tanto, es necesario recurrir a los hospitales privados para beneficiarse de un tratamiento rápido, pero sus precios son mucho más caros.
Estos inconvenientes pueden evitarse recurriendo a los hospitales privados que figuran en su seguro médico internacional: estas redes sanitarias, cuidadosamente creadas, garantizan tanto una excelente calidad de atención como unas tarifas de tratamiento ajustadas.