• Publicado el 28/04/2025

Menopausia en la expatriación: cómo afrontar esta etapa en el extranjero

Aún demasiado silenciada, la menopausia es una etapa clave en la vida de la mujer. Las mujeres expatriadas pueden sentirse especialmente solas durante este período. Este fenómeno natural ocurre cuando la ovulación cesa y desaparece la menstruación. La menopausia viene acompañada de diversos síntomas, como sofocos, fatiga, ansiedad, problemas urinarios y articulares. Vivir la menopausia en el extranjero puede hacer que todo sea aún más complicado. Para gestionar bien esta fase en otro país, es fundamental comprender los desafíos que conlleva, encontrar un apoyo médico y emocional adecuado y cuidar el estilo de vida.

familia

Comprender los desafíos de la menopausia cuando se vive en el extranjero

La menopausia en sí misma conlleva distintos síntomas que representan desafíos para la mujer. Vivir la menopausia en expatriación añade dificultades adicionales, siendo la primera de ellas el aislamiento. Estar lejos de la familia y los amigos en esta etapa tan delicada puede afectar negativamente el bienestar emocional. La falta de una red de apoyo se hace notar y no siempre es fácil crear una en el país de acogida. Las diferencias culturales pueden complicar aún más la situación. Por ejemplo, en Japón ni siquiera existe una palabra para traducir el término "menopausia".

Además, la atención médica varía según el país. Mientras que en los países occidentales es relativamente fácil acceder a un seguimiento médico o a terapias alternativas, esto no sucede en todas partes del mundo.

La menopausia suele estar acompañada de la conocida "crisis de la mediana edad", que puede afectar la salud mental. Los cuestionamientos personales propios de esta crisis se suman a las dudas y desafíos que conlleva toda expatriación.

Encontrar un apoyo médico adecuado en el extranjero

Para gestionar bien la menopausia si vives en el extranjero, un seguimiento médico apropiado puede marcar una gran diferencia.

Encontrar un especialista

Para localizar un ginecólogo o endocrinólogo en el país de expatriación, se puede recurrir a internet, consultar directorios locales, Google Maps y leer opiniones en línea. El médico de cabecera en el país de acogida también puede orientar hacia un especialista. Otra opción es acudir a foros de expatriados como el de Expat.com y a redes sociales para obtener recomendaciones.

Adaptar el seguimiento médico

El costo de las consultas médicas puede ser un obstáculo, por lo que es recomendable contar con un seguro de salud internacional que cubra este tipo de consultas y tratamientos. En países como Estados Unidos, por ejemplo, una consulta con un ginecólogo puede costar entre 150 y 300 dólares.

Si no se desea consultar a un especialista en el extranjero y se regresa con frecuencia al país de origen, se puede planificar una consulta médica en cada visita. Además, algunos profesionales de la salud ofrecen teleconsultas, lo que permite resolver dudas sin necesidad de desplazarse.

Los tratamientos hormonales suelen prescribirse para aliviar los síntomas de la menopausia, aunque pueden tener riesgos. Por ello, cada vez más mujeres recurren a alternativas naturales como las plantas medicinales. Un naturópata puede ayudar a gestionar mejor la menopausia, incluso en el extranjero.

Gestionar el impacto emocional y social

Más allá de los síntomas físicos, muchas mujeres que atraviesan la menopausia en el extranjero se sienten solas. Para combatir el aislamiento, es recomendable unirse a grupos de expatriadas y participar en actividades que promuevan el bienestar. Prácticas como el yoga, la meditación y los círculos de mujeres pueden ayudar a afrontar la menopausia con más serenidad.

También puede ser útil escuchar la experiencia de otras mujeres que hayan pasado por la menopausia antes, como madres o suegras.

Informarse es clave para sobrellevar esta etapa en el extranjero. Los libros y contenidos especializados pueden ser de gran ayuda.

Por último, es importante permitirse expresar libremente los sentimientos y necesidades sin culpa: fatiga, cambios de humor o la necesidad de dedicar tiempo para una misma.

Adoptar un estilo de vida saludable para la menopausia

Mantener un estilo de vida equilibrado es fundamental para sobrellevar la menopausia en el extranjero.

Adaptar la alimentación

Es recomendable consumir alimentos ricos en fitoestrógenos, calcio, vitamina D y proteínas. Para las expatriadas en Asia, esto resulta más sencillo gracias a productos locales como el tofu y el tempeh, elaborados a base de soja. En otros países, estos productos pueden encontrarse en tiendas ecológicas y supermercados especializados.

Practicar actividad física

Dado que la menopausia puede ir acompañada de un aumento de peso, es más importante que nunca practicar ejercicio físico adaptado a la condición y preferencias de cada persona. El yoga, la natación y caminar son actividades suaves que ayudan a reducir los síntomas.

Es recomendable buscar clases en el país de acogida, ya que esto no solo contribuirá al bienestar físico, sino que también permitirá socializar y, en algunos casos, mejorar el dominio del idioma local.

Para gestionar bien la menopausia en el extranjero, es fundamental contar con un buen seguimiento médico, evitar el aislamiento, buscar apoyo y adoptar hábitos saludables. Lejos de ser un obstáculo, la menopausia puede ser una oportunidad para reinventarse. Más que una etapa difícil, puede representar un nuevo comienzo.

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