• Publicado el 29/04/2025

La anticoncepción cuando se vive en el extranjero 

Gestionar la anticoncepción en la expatriación puede convertirse en una fuente de angustia. Lejos de ser una preocupación exclusiva de las mujeres, la anticoncepción concierne a todos los expatriados que desean evitar embarazos no deseados, así como la transmisión de ITS (Infecciones de Transmisión Sexual).  

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Acceder a la anticoncepción en la expatriación: desafíos y soluciones  

El acceso a la anticoncepción en el extranjero varía significativamente según el país. En algunos países, la anticoncepción está ampliamente disponible, como en Canadá o Alemania. En cambio, si te trasladas a ciertos países de África, Asia o Medio Oriente, el acceso a la anticoncepción es restringido y/o complicado. Según el país, los métodos anticonceptivos utilizados también son diferentes. En Francia, la píldora es ampliamente utilizada, mientras que en Japón se prefiere el preservativo masculino y en EE. UU., la esterilización femenina.  

La regulación en materia de anticoncepción también varía de un país a otro. En algunos lugares, se requiere una receta médica para obtener ciertos anticonceptivos.  Si en tu país de origen tu anticoncepción estaba cubierta por la seguridad social, es posible que no sea el caso en tu país de expatriación. El costo de la consulta médica suele sumarse al del anticonceptivo en sí. Por ejemplo, en EE. UU., para obtener un mes de tratamiento con píldora, es necesario acudir previamente al médico para obtener una receta. La consulta cuesta entre 40 y 250 USD, y la píldora alrededor de 50 USD. Las mujeres con bajos ingresos pueden acudir a Planned Parenthood, el equivalente del plan de planificación familiar en EE. UU.  Las aseguradoras de salud internacionales, salvo excepciones, no cubren los costos relacionados con la anticoncepción.  

Diferencias culturales y percepciones de la anticoncepción  

Estas diferencias en términos de acceso y regulación tienen su origen en el contexto religioso y cultural de cada país. Mientras que en algunos países, como los escandinavos, la anticoncepción es ampliamente aceptada, en otros sigue siendo un tema tabú o mal visto, como en la República Democrática del Congo y Burkina Faso.  

Las religiones y tradiciones tienen una fuerte influencia en la percepción de la anticoncepción. La Iglesia católica se opone a los métodos anticonceptivos modernos, una postura expuesta en la controvertida encíclica del papa Pablo VI titulada Humanae Vitae (“De la vida humana”). Así, en Filipinas, el acceso a la anticoncepción en los centros de planificación familiar solo fue autorizado en 2012.  

En Japón, la píldora tiene mala reputación porque se asocia con costumbres consideradas “ligeras”. La mentalidad está evolucionando lentamente en algunos países gracias a activistas como Kazuko Fukuda, fundadora de Nandenaino en Japón, pero aún queda un largo camino por recorrer.  

También se observan diferencias culturales en la implicación de las parejas. La anticoncepción sigue recayendo, en muchas ocasiones, exclusivamente en las mujeres. Sin embargo, la influencia del patriarcado está disminuyendo en algunos países, como en los anglosajones, donde la vasectomía es más común.  

Consejos prácticos para gestionar la anticoncepción en la expatriación  

Anticipar antes de la partida  

Una buena preparación es esencial para una expatriación tranquila, y la gestión de la anticoncepción debe ser parte de ello.  

  • Realiza un chequeo ginecológico antes de partir, en el que revises tu método anticonceptivo.  

  • Infórmate sobre la legislación del país de acogida, especialmente si tu anticoncepción necesita renovarse regularmente (píldora, parche…).  

  • Si tomas la píldora, intenta prever un stock para varios meses. En Francia, por ejemplo, la píldora puede recetarse por un máximo de 12 meses. Si viajas en avión, llévala en su envase original con el prospecto y la receta médica para evitar problemas en la aduana.  

  • También podrías optar por un DIU, que te protegerá durante varios años (4 a 10 años para el DIU de cobre y 5 años para el DIU hormonal).  

El método anticonceptivo debe elegirse según tu estilo de vida (olvidar una píldora es fácil cuando se tiene una vida poco rutinaria) y los posibles efectos secundarios (los anticonceptivos hormonales pueden causar efectos adversos y el DIU de cobre puede generar sangrados abundantes).  

Recuerda que solo el preservativo protege tanto contra las ITS como contra embarazos no deseados. Sin embargo, evita conservar los preservativos demasiado tiempo o exponerlos a temperaturas elevadas.  

Finalmente, podrías comprar una píldora del día después antes de partir, en caso de que no esté disponible o sea difícil de obtener en tu país de expatriación.  

Una vez en el destino  

Tienes dos opciones:  

  • Si viajas con frecuencia a tu país de origen, puedes aprovechar para renovar tu anticoncepción, evitando así tener que cambiar de método.  

  • Si no, prepárate para cambiar de método anticonceptivo o de marca. Si tomas la píldora, es posible que no encuentres la misma marca o el mismo dosaje en tu país de expatriación. Te recomendamos llevar contigo una receta que mencione los principios activos y la dosis de tu píldora para que tu nuevo profesional de salud pueda encontrar una equivalente. 

Por último, es importante saber cómo reaccionar en caso de fallo de la anticoncepción. Dado que la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) aún está prohibida o es difícil de acceder en ciertos países, podrías verte obligada a regresar urgentemente a tu país o viajar a un país vecino.  

Las diferencias culturales impactan profundamente en el acceso a la anticoncepción en el extranjero. Infórmate lo máximo posible y anticípate: esta es la mejor manera de gestionar tu anticoncepción en la expatriación.

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