¿Quién no ha temido sufrir un dolor de muelas en el extranjero? La salud bucodental es un aspecto que no debe pasarse por alto durante la expatriación. Sin embargo, los obstáculos pueden ser muchos: encontrar un dentista en otro país puede parecer una lotería, y los tratamientos dentales suelen ser costosos. Peor aún: en algunos países, estos servicios son de difícil acceso y de baja calidad. Aquí te damos algunos consejos para evitar que tus dientes conviertan tu experiencia en el extranjero en una pesadilla.
Antes de expatriarse, es imprescindible realizar un chequeo médico, y la salud bucodental no es una excepción. Visita a tu dentista para hacerte una revisión completa y una limpieza.
También es recomendable reunir y digitalizar tu historial dental, especialmente radiografías y antecedentes médicos.
Otro paso importante: contratar un seguro médico para expatriados. Los tratamientos dentales en el extranjero pueden ser extremadamente caros. Asegúrate de elegir una cobertura que incluya servicios dentales y revisa los límites de reembolso. Por ejemplo, en Estados Unidos, el costo medio de un tratamiento dental es de 518 USD, frente a 210 USD en Alemania, según un estudio realizado en 2024.
¿Solo usas una marca específica de pasta de dientes? Lleva una pequeña reserva en la maleta mientras encuentras una alternativa en tu nuevo país. Lo mismo aplica a los cabezales de recambio si utilizas cepillo eléctrico.
Tus padres tenían razón: una buena salud bucal comienza con un buen cepillado. Cepíllate los dientes al menos dos veces al día, idealmente después de cada comida. Añade el uso de hilo dental a tu rutina e intenta cuidar tu alimentación. Azúcares añadidos, alimentos ácidos, tabaco y alcohol son enemigos declarados de tu salud bucal.
Buscar un buen dentista para hacer seguimiento puede ser un desafío cuando vives fuera. Los grupos de expatriados (especialmente en foros) y el boca a boca son excelentes formas de encontrar profesionales de confianza.
Antes de reservar una cita, compara varios dentistas y revisa las opiniones. En algunos países existen plataformas similares a Doctolib, como Zocdoc en Estados Unidos.
Puntos a tener en cuenta al elegir un dentista en el extranjero:
Certificaciones y acreditaciones de la clínica
Titulación y experiencia del profesional
Cumplimiento de normas de higiene y seguridad
Opiniones y testimonios de pacientes
Precios: ¿clínica dental low-cost? Precaución...
Presta especial atención si resides en un país donde el acceso a la atención dental es desigual.
Un dolor de muelas puede surgir en cualquier momento. ¿Qué hacer ante una infección, dolor intenso o fractura dental?
Llevar un pequeño botiquín con analgésicos, gasas, y clavo de olor (remedio tradicional).
Contactar con tu seguro médico, que suele ofrecer asistencia 24/7.
Buscar un dentista siguiendo las recomendaciones anteriores.
Aprender algunas palabras clave en el idioma local: "caries", "anestesia", "absceso"...
¿Vives en un país donde los tratamientos son muy costosos? Algunos expatriados optan por el turismo dental. Países como Hungría, Turquía, México o Tailandia son conocidos por sus clínicas modernas y precios competitivos.
Eso sí, infórmate bien antes de elegir. El turismo dental no está exento de riesgos: calidad variable, poco seguimiento postoperatorio y dificultades legales si algo sale mal.
¿Regresas a tu país de origen una vez al año? Aprovecha para visitar a tu dentista de confianza. Fuera de las urgencias, suele ser la opción más simple y segura.
Verifica si tu seguro médico internacional cubre estos gastos.
Esta es una situación común para expatriados en países llamados "en desarrollo" o con infraestructuras sanitarias limitadas.
En África subsahariana, el sudeste asiático o ciertas regiones de América Latina, el nivel de formación del personal o la calidad de los equipos médicos puede estar por debajo de los estándares occidentales.
En este contexto, es importante tener más precauciones, pero no es imposible mantener una buena salud bucal:
Hacer chequeos médicos en otro país: uno vecino o tu país de origen.
Investigar si alguna ciudad cercana tiene clínicas más fiables.
Identificar y apuntar las clínicas privadas recomendadas.
Incluso en países menos desarrollados, hay clínicas privadas con equipos importados.
Prepararse para emergencias: si estás en una zona remota, planifica cómo llegar rápidamente a una ciudad grande o cruzar a un país vecino.
Tener un stock de antibióticos y analgésicos si es posible.
Mejor prevenir que curar: con una buena higiene oral, reducirás mucho el riesgo de enfermedades.
¿La clave? Anticipar, mantener buenos hábitos, informarse y contar con un buen seguro médico.
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