¿Estás pensando en mudarte al extranjero y quieres llevarte a tu mascota? La salud de los animales de compañía durante la expatriación merece toda tu atención: vacunas, seguros, atención veterinaria en el extranjero... En este artículo encontrarás todos nuestros consejos para cuidar de tus mascotas antes del viaje, durante el trayecto y una vez instalados.
¡Ya es oficial, te vas a vivir al extranjero! Los preparativos relacionados con tu mascota deben comenzar lo antes posible, incluso hasta un año antes si vas a destinos como Australia o Japón.
El primer paso si vas a mudarte con tu mascota es investigar la normativa de importación de animales.
Si viajas a un país europeo, tu animal debe:
Estar identificado mediante tatuaje (realizado antes del 3 de julio de 2011 y legible) o mediante un microchip electrónico,
Contar con un pasaporte europeo para mascotas,
Estar vacunado contra la rabia.
Si viajas a Malta, Irlanda, Finlandia, Noruega o el Reino Unido, tu perro también deberá haber sido desparasitado.
Si vienes de un país tercero, puede haber trámites adicionales.
Llevar a tu mascota a un país fuera de la UE puede ser más complejo. Se recomienda contactar con la embajada de España, los servicios de aduanas o las autoridades sanitarias del país de destino. Por ejemplo, para ir a Australia con tu mascota necesitas un permiso de exportación, y a la llegada, tu animal pasará por una cuarentena.
Las condiciones suelen ser más flexibles para los nuevos animales de compañía (NAC) como aves, reptiles, roedores, etc.
¿Tienes varios animales? Salvo que viajes para un concurso, el número máximo permitido suele ser cinco.
Antes de irte a vivir al extranjero con tu gato, perro o roedor, es esencial hacer una visita al veterinario. Revisará el estado de salud del animal, actualizará tratamientos, expedirá el pasaporte europeo y administrará las vacunas necesarias.
La vacuna contra la rabia es obligatoria para perros, gatos y hurones. Consulta con tu veterinario si tu mascota tiene el calendario de vacunación actualizado.
Algunos países también exigen un título serológico de anticuerpos antirrábicos, un análisis de sangre que verifica la eficacia de la vacuna.
En principio, esta vacuna no se aplica a los NAC, pero según el país de destino, puede haber requisitos sanitarios específicos para aves, reptiles, anfibios u otros.
Viajar, especialmente en avión, puede ser muy estresante para el animal. Si tu gato o perro pesa más de 5 kg, deberá viajar en la bodega del avión, lo cual puede ser una experiencia muy angustiante.
Algunos dueños optan por administrar un calmante, pero es imprescindible consultar al veterinario, ya que ciertas sustancias pueden ser peligrosas.
Lo mejor es acostumbrar al animal con antelación a su transportín. Puedes colocar dentro algún juguete y/o una prenda con tu olor para tranquilizarlo.
Una vez instalado en tu nuevo país, mantener la salud de tus animales pasa por una buena adaptación y por contar con atención veterinaria de calidad.
Al principio, es normal que tu mascota esté algo desorientada. Dale tiempo para adaptarse y permítele explorar poco a poco los alrededores. Si es un perro, empieza por paseos en zonas tranquilas, alejadas de otros perros.
Mantén sus juguetes favoritos a su alcance y conserva, en la medida de lo posible, sus rutinas habituales: mismos horarios para comer o salir a pasear.
Y no olvides verificar que el clima sea adecuado para tu mascota. Por ejemplo, si te mudas a Bali, puede que no sea el entorno ideal para un husky.
Contar con un veterinario de confianza es clave para la salud de tu mascota en el extranjero. Usa el boca a boca: contacta con otros expatriados, pregunta en grupos locales de Facebook o a tus vecinos y colegas.
Verifica siempre las cualificaciones y especialidades del veterinario antes de concertar una cita. También es muy útil identificar de antemano las clínicas veterinarias de urgencia cercanas a tu domicilio.
Cuando tengas cita, no olvides llevar el carnet de salud de tu mascota.
Cuando se quiere a un animal, uno hace lo posible por cuidarlo. Sin embargo, los costes veterinarios pueden ser elevados: por ejemplo, una consulta cuesta unos 100 CAD en Canadá.
En caso de accidente, enfermedad o cirugía, los gastos pueden dispararse.
La mejor opción es contratar un seguro de salud para mascotas, y asegurarte de que cubre al animal en tu país de residencia.
Mudarse con un compañero peludo, emplumado o escamoso no es algo que debe improvisarse. Para garantizar la salud de tu mascota durante tu estancia en el extranjero, infórmate y anticípate.
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